Y sigo con mi batalla solitaria contra la basura, esta vez me centraré en dos lugares concretos.
Creo que todos los palmeros conocen el campo de Fútbol de El Paso. Bueno, lo contaré desde el principio.
Por motivos del trabajo, estube allí hace un tiempo, estaba masticando un chicle, y fui a tirarlo en una papelera, y ¡sorpresa! en todo el parking del campo de fútbol no había una papelera, así que cogí el chicle y lo puse en un papel hasta que encontrara una papelera, luego me fijé en el suelo, había mucha basura tirada, y me pregunté, ¿cómo es posible que en un sitio como éste, donde cuando hay partido, el parking se llena, y hay tanta gente, no haya ni tan solo una papelera?... Empecé a hacer alguna foto de donde había basura, fui por las aceras del parking, veía los coches pasar por la carretera, y miré hacia el otro lado de vía, y me dije, seguro que por la cuneta hay más basura, estoy segurísimo, y, efectivamente, muchisima basura, desde papeles hasta cajas, latas, plásticos y vamos, un largo etc.
Decidí hacer unos vídeos, porque si no, habrían muchas fotos, luego de hacer dos vídeos, volví al parking, y seguí haciendo fotos, porque la basura estaba distante, y bueno, algo que vi bien de ese lugar, hay unos contenedores de reciclaje, de vidrio, de papel y cartón, de envases, y más allá había uno o dos contenedores normales, pero sigue siendo poco, deberían instalar papeleras donde poder tirar la basura, porque poca gente camina hacia un contendor si está lejos, para tirar un papel, lo tiran al suelo y no pasa nada...
Esto es el campo de fútbol de El Paso visto desde Google Earth, la línea amarilla es más o menos la distancia que recorrí haciendo los vídeos, según el programa, unos 80 metros, pensé que serían menos...
Y ahora el vídeo, en principo eran dos, pero creo que con uno queda bastante claro.
En otra entrada seguiré hablando de este tema tan grave.
Un Saludo.
estimado amigo,
ResponderEliminarno es la mini-papelera el problema, sino la tierra gigante papelera del hombre desarrollado que se extiende hasta aquel rincón rocoso que es La Palma, hasta tu pie en una conquista incontestable de nuestra colectiva locura