Hola a todos/as.
Tenía anotada esta fecha en el calendario , hoy 14 de octubre se celebra el Día de las Escritoras. Quería escribir sobre ello, tal vez hablar de las autoras que he leído o hacer una selección de frases célebres de escritoras. Me decidí por lo primero, así que fui a mi librería y descubrí que he leído a más autores masculinos que femeninos, pero confío en que con el tiempo la balanza de se estabilice, al menos, a partes iguales.
Repasé uno a uno los títulos, descubriendo a más escritoras de las que recordaba pero aún así muy pocas. De los más de 114 libros que he ido adquiriendo con los años, solo ocho pertenecen a escritoras: Elsa López, Cristina López Barrio, Milagros Álvarez Sosa, Eva García Sáenz de Urturi, Jane Goodall, Morgan Rhodes, Lorena Marín y Violeta Alicia Rodríguez Pérez; de esta última en un futuro anunciaré algo importante.
De Elsa López leí Viaje a la nada y sigo sus publicaciones en prensa, pero de ella hablaré en un futuro, le debo tanto que quiero hacer algo especial.
De Cristina López Barrio confieso que tengo pendiente para leer su libro Niebla en Tánger. Cuando fue finalista del Premio Planeta 2017 con este título pude leer el primer capítulo y me pareció muy bueno. Espero poder sumergirme en su historia pronto.
De Milagros Álvarez Sosa, leí Momias. El secreto de la vida eterna, La Reina del Valle del Desierto y Tierras de Momias. La técnica de eternizar en Egipto y Canarias. La conocí en una conferencia en el Museo Arqueológico Benahoarita.
De Eva García Sáenz de Urturi estoy leyendo El Silencio de la Ciudad Blanca. Sigo su trabajo.
De Morgan Rhodes leí La Caída de los Reinos. Pero hace tantos años que me gustaría volver a leerlo o conseguir algunos de sus otras obras.
De Jane Goodall leí varios libros y artículos sobre su vida y su trabajo en el estudio de los chimpancés. Sigo su trabajo.
De Lorena Marín leí sus adaptaciones de leyendas canarias y se las leí a mi sobrino.
 |
| ¡Lo siento! No encontré fotos de la autora. |
De Violeta Alicia Rodríguez Pérez, pronto hablaré de ella como se merece.
Recordaba un libro de cuentos que recopilaba a varios escritores y escritoras como Gloria Fuertes pero estuve buscándolo y no lo encontré. Sin embargo encontré otro, del que hablaré en esta publicación. Mi madre lo había guardado hacía algunos años, tal vez porque le gustó o porque incluye una mención a mi tía abuela, Violeta Alicia, antes citada.
Se trata de un pequeño libro (12x16,5 cm) titulado "Coro femenino de Poesía Canaria" obra de Eugenio Padorno, año 2006, en Ediciones Canaricard. Al leerlo cambié de idea, en lugar de hablar de autoras actuales lo haré de las que ya dejaron este mundo, son ellas y su trabajo el que no se debe perder.
En el interior nos encontramos una recopilación de poemas de autoras canarias, o bien que nacieron en las islas o la vida las llevó a vivir aquí hasta el fin de sus vidas.
- María Viera y Clavijo.
- María de las Mercedes Letona de Corral.
- Ángela Mazzini.
- Fernanda Siliuto Briganty.
- Cristina Pestana Fierro.
- Victorina Bridoux y Mazzini de Domínguez.
- Isabel Poggi Borsotto.
- Cesarina Bento Montesino.
- Dolores Millares Cubas.
- Leocricia Pestana Fierro.
- Chona Madera.
- Bohemia Pulido Salazar.
- Josefina de la Torre.
- Pino Ojeda.
- Pino Bentancor.
- Pilar Lojendio.
Al leerlo quise seleccionar los más que me llamaron la atención y compartirlos aquí, ampliando información de sus autoras.
María Joaquina Viera y Clavijo
Nació en el Puerto de la Cruz (Tenerife) en 1737. Creció en una familia con fuertes convicciones religiosas, lo que marcaría su obra. Al pertenecer a una familia pudiente pudo recibir educación, algo excepcional para una mujer de su época. Al regresar su hermano, José de Viera y Clavijo, de Madrid, lo acompañó a cumplir sus funciones eclesiásticas en Gran Canaria, donde ambos vivirían hasta el final de sus vidas.
Falleció en Las Palmas de Gran Canaria en 1819, a la edad de 89 años.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Traslación del ínclito Patriarca Santo Domingo
Al exaltarse el alma al alto cielo
del gran Domingo ilustre patriarca,
su cuerpo virginal quedó en el suelo
puro tesoro que se encerró en Arca.
Vióse en su traslación ¡con qué consuelo!
de su gloria un destello o una marca,
pues sus santas reliquias y vestigios
obran mil milagros, mil prodigios.
Un jardín aromático imitaba
el sepulcro feliz que lo cubría:
fragancias celestiales exhalaba
al transplantar la flor que contenía;
no el cuerpo de un difunto allí se hallaba,
sino un vaso de unción, el cual vertía
noticias de su estrella venturosa,
su influencia sagrada y poderosa.
Victorina Bridoux y Mazzini de Domínguez
Nació en Manchester, el 9 de abril de 1835. De padre francés y madre andaluza. Estudió en Gibraltar, destacó en la música, los idiomas y la literatura, estudió hasta los trece años, siempre con una salud delicada. Luego volvió a Cádiz, luego viajó junto a su madre a Sevilla y a Santa Cruz de Tenerife.
En la capital tinerfeña con apenas veinte años, comenzó a ofrecer funciones benéficas en el teatro.
A su llegada a la isla, la poeta comenzó a publicar textos en El Noticioso de Canarias. Con el tiempo, llegaría a publicar composiciones literarias en casi todos los periódicos de la época.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Vivir y morir.
Vivir con el pensamiento
entre imágenes soñadas,
viendo deslizar doradas
las horas del existir,
sin que ofrezca la memoria
una creencia perdida
ni una esperanza mentida:
eso se llama vivir.
Pero escuchar lentamente
las horas de la existencia,
con helada indiferencia
en monótono latir;
y, aunque el tumulto sofoque,
ver el mundo despoblado,
de placeres despojado,
eso se llama morir.
Cuando a precoz experiencia
se une el estudio profundo
cruzando el valle del mundo
con tranquilo sonreír,
y que el alma siempre ansiosa
hacia su esperanza sube
y la ve tras de una nube,
¿será morir o vivir?
El que inquieto desespera
ése sí muriendo vive;
mas el que incauto recibe
su ignorado porvenir
no sabe si vive o muere,
si no inclina la balanza
a compás de su esperanza
entre vivir y morir.
Isabel Poggi Borsotto
Sobre esta autora apenas hay información.
Nació en Santa Cruz de Tenerife el 10 de septiembre de 1840, contrae matrimonio con don Ildefonso Llórente Fernández, militar nacido en Segovia.
Fue poetisa y escribió temas religiosos con los títulos de: Súplica, A la gloria, La Verdad, A las horas, Una noche serena, y El mundo y el recién nacido. Se embarcó para la península con motivo del traslado de su marido y en 1898 se establecieron en Santander.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
El mundo y el recién nacido.
El mundo
Si un ¡ay! lanzas al venir
mi recinto a recorrer,
¿a qué naces?
El recién nacido
A sufrir,
para el cielo merecer.
El mundo
¿No hay en mí galas y flores?
¿No hay venturas y alegrías,
riquezas, placer y amores,
pájaros, luz y armonías?
El recién nacido
¿Acaso
basta al que viene del cielo
la luz que muere a su paso
como todo lo del suelo?
El mundo
El talento y la ambición
en mí encuentran alta gloria.
El recién nacido
Sin virtud no hay buen blasón.
¿Qué virtud tiene tu escoria?
El mundo
¡Mi escoria! ¡Frotando el alma
la hace más pura lucir!
El recién nacido
Pues de luz para hallar palma,
bien dije: ¡Ay, nazco a sufrir!
Dolores Millares Cubas
De esta autora aun hay menos información.
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1852 y falleció en la misma ciudad en 1880 a la edad de 28 años.
Continuaré buscando.
Continuaré buscando.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Desconsuelo.
SENTADA estoy en el bosque
oyendo gemir las auras
que, al pasar entre las hojas,
confusos rumores alzan.
Desde el principio del mundo
conversan así en voz baja.
Las brisas murmuradoras
con las hojas y las ramas
algo dicen misterioso
allá en la noche callada...
Yo siempre aquí las escucho,
pero no me dicen nada.
El sol ardiente declina,
envuelto en nubes de grana.
Dulce claridad difusa
los floridos campos baña.
Del fondo del valle umbroso
surge melodía vaga,
incienso de la Natura
que a los cielos se levanta.
Esta música no escrita
tiene también sus palabras...
Pero, por más que pregunto,
a mí no me dice nada.
A mi izquierda el mar inmenso
rueda sus olas de plata,
que muriendo dulcemente
se deshacen en la playa,
imagen fiel de mi vida
que jamás reposo alcanza,
ni da tregua a sus lamentos
ni en su batallar descansa:
disputando eternamente
con la inmensidad se halla...
Pero, por más que interrogo,
a mí no me dice nada.
Chona Madera.
Asunción Madera nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1901. Trabajó como periodista. A partir de 1940 comenzó a componer poesía utilizando el pseudónimo «Chona». Cuatro años más tarde publicaría su primer libro de poemas «El volcado silencio». Colaboró en periódicos y revistas del archipiélago. En 1967 recibió el premio de poesía «Tomás Morales»
Falleció en Las Palmas de Gran Canaria en 1980.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Ausencia.
El día que te deje, definitivamente,
tú tendrás este aire de todas las mañanas
cuando yo me levanto para empezar el día,
cama que me cobijas, blanda, mullida cama.
Y pensar al mirarte así, desarreglada,
que tú serás quien diga más de la ausencia.
Porque, ¿habéis visto algo que más hable de un muerto
que al entrar en su cuarto, ver la cama en desorden, ver la
cama vacía?
Nada tendrá la fuerza que tú en este momento.
Ni la caja en que yazca ¿que será cosa nueva?
Ni todo el aparato de los paños mortuorios.
Ni la luz amarilla que difunda la cera.
Por eso este beso ahora, esta larga mirada,
que una ternura siento por ti, de despedida...
Por la paz, y el descanso que eres para mis noches.
Porque no podrá ser, en el último día,
la mirada, y el beso, y este íntimo instante,
y la flor de mi verso con la ternura mía...
Bohemia Pulido Salazar.
Nació en Vallehermoso (La Gomera) en 1894. Sus primeros poemas los publicó en La Voz de Junonia.
En 1921 recibió un premio literario en el Real Casino de Junonia en San Sebastián de La Gomera. Falleció en la misma ciudad en 1960.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Ilusión
BLANCA, tenue, vaporosa,
ligera, sutil, fugaz,
mi ilusión hecha jirones
a merced del viento va;
y si el destino la arroja
hacia el confín mundanal,
enseguida se evapora
al tocar la realidad,
cual se evapora en la playa
la blanca espuma del mar.
Y al evaporarse, ¡oh cielos!,
-no la quiero ni pensar-
se alza donde ella muere
el desengaño fatal.
Por eso, tras la ilusión,
siempre el desengaño va
para cuando aquella muera
quedar él en su lugar,
y apoderarse de todo
nuestro tesoro de paz.
Hasta aquí los poemas que más me llamaron la atención del pequeño libro Coro femenino de Poesía Canaria. La verdad fue todo un descubrimiento encontrar ese librito. Durante todo el sábado y parte del domingo me enfrasqué en esta publicación. La mayoría de nombres me eran desconocidos salvo Leocricia Pestana Fierro, la poetisa palmera y su historia con la Quinta Verde. Sabía de la existencia de Chona Madera por menciones en artículos en algunas de mis investigaciones, Pino Ojeda y Pino Bentancor por lo mismo.
La historia que más me impresionó fue la de Bohemia Pulido Salazar, citando el título donde encontré su historia "la poetisa olvidada de Vallehermoso" por Pablo Jerez Sabater, ya en 1920, dedicaba sus versos al amor y amistad que sentía por una mujer en una sociedad patriarcal.
Me siento feliz por haber encontrado estas historias y apenado por no poder encontrar más información sobre las autoras que elegí. Seguro que tienen mucha historia, poemas y escritos que merecen darse a conocer. Este es mi pequeño homenaje a ellas, para que sus letras no se olviden.
Espero que les haya gustado.
Sin más desde mi blog...
Un saludo y hasta otra entrada.
Fuentes consultadas:
María Joaquina Viera y Clavijo. Artículo de Wikipedia y Constelación de escritoras
Victorina Bridoux y Mazzini de Domínguez. La web de biografías y Constelación de escritoras
Isabel Poggi Borsotto. Retablo Canario de autores del siglo XIX. Sebastián Padrón Acosta. 1968 (PDF) pág. 73 (83) y 74 (84)
Dolores Millares Cubas. Coro femenino de Poesía Canaria.
Chona Madera. Artículo de Wikipedia y Constelación de escritoras
Bohemia Pulido Salazar. La poetisa olvidada de Vallehermoso
Chona Madera.
Falleció en Las Palmas de Gran Canaria en 1980.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Ausencia.
El día que te deje, definitivamente,
tú tendrás este aire de todas las mañanas
cuando yo me levanto para empezar el día,
cama que me cobijas, blanda, mullida cama.
Y pensar al mirarte así, desarreglada,
que tú serás quien diga más de la ausencia.
Porque, ¿habéis visto algo que más hable de un muerto
que al entrar en su cuarto, ver la cama en desorden, ver la
cama vacía?
Nada tendrá la fuerza que tú en este momento.
Ni la caja en que yazca ¿que será cosa nueva?
Ni todo el aparato de los paños mortuorios.
Ni la luz amarilla que difunda la cera.
Por eso este beso ahora, esta larga mirada,
que una ternura siento por ti, de despedida...
Por la paz, y el descanso que eres para mis noches.
Porque no podrá ser, en el último día,
la mirada, y el beso, y este íntimo instante,
y la flor de mi verso con la ternura mía...
Bohemia Pulido Salazar.
La obra que recoge Eugenio Padorno en su libro es:
Ilusión
BLANCA, tenue, vaporosa,
ligera, sutil, fugaz,
mi ilusión hecha jirones
a merced del viento va;
y si el destino la arroja
hacia el confín mundanal,
enseguida se evapora
al tocar la realidad,
cual se evapora en la playa
la blanca espuma del mar.
Y al evaporarse, ¡oh cielos!,
-no la quiero ni pensar-
se alza donde ella muere
el desengaño fatal.
Por eso, tras la ilusión,
siempre el desengaño va
para cuando aquella muera
quedar él en su lugar,
y apoderarse de todo
nuestro tesoro de paz.
Hasta aquí los poemas que más me llamaron la atención del pequeño libro Coro femenino de Poesía Canaria. La verdad fue todo un descubrimiento encontrar ese librito. Durante todo el sábado y parte del domingo me enfrasqué en esta publicación. La mayoría de nombres me eran desconocidos salvo Leocricia Pestana Fierro, la poetisa palmera y su historia con la Quinta Verde. Sabía de la existencia de Chona Madera por menciones en artículos en algunas de mis investigaciones, Pino Ojeda y Pino Bentancor por lo mismo.
La historia que más me impresionó fue la de Bohemia Pulido Salazar, citando el título donde encontré su historia "la poetisa olvidada de Vallehermoso" por Pablo Jerez Sabater, ya en 1920, dedicaba sus versos al amor y amistad que sentía por una mujer en una sociedad patriarcal.
Me siento feliz por haber encontrado estas historias y apenado por no poder encontrar más información sobre las autoras que elegí. Seguro que tienen mucha historia, poemas y escritos que merecen darse a conocer. Este es mi pequeño homenaje a ellas, para que sus letras no se olviden.
Espero que les haya gustado.
Sin más desde mi blog...
Un saludo y hasta otra entrada.
Fuentes consultadas:
María Joaquina Viera y Clavijo. Artículo de Wikipedia y Constelación de escritoras
Victorina Bridoux y Mazzini de Domínguez. La web de biografías y Constelación de escritoras
Isabel Poggi Borsotto. Retablo Canario de autores del siglo XIX. Sebastián Padrón Acosta. 1968 (PDF) pág. 73 (83) y 74 (84)
Dolores Millares Cubas. Coro femenino de Poesía Canaria.
Chona Madera. Artículo de Wikipedia y Constelación de escritoras
Bohemia Pulido Salazar. La poetisa olvidada de Vallehermoso
Comentarios
Publicar un comentario