Legado Benahoarita. El conflicto entre Atogmatoma y Tanausú

La cultura aborigen en La Palma (Benahoare) se desarrolló hasta la conquista española del siglo XV. De origen bereber, desde que llegaron a la isla comenzaron a poblarla y utilizar sus recursos naturales. Con el pasar del tiempo las diferentes familias o clanes crearían sus espacios, llamados cantones, más o menos delimitados por la orografía de la isla y designando a alguien para gobernarlo. 

Los Benahoaritas, como todas las civilizaciones conocidas tenían conflictos por diversas razones. Recordaran mi publicación anterior en la que narraba la historia de Mayantigo y Echentive y su enfrentamiento que acabó con Mayantigo sin su brazo izquierdo y  fue nombrado Aganeye (manco). Hubo otro conflicto un tiempo después de ese, una gran batalla interna entre diversos cantones.

Cuenta como Atogmatoma, señor de Tixarafe (actual Tijarafe) quiso hacer la guerra a su sobrino, Tanausú, señor de Aceró, la fortaleza natural impenetrable.

Tixarafe era el cantón que mayor territorio y más población tenía de toda la isla. Abarcaba desde el barranco de Hiscagua hasta el Time.

Atogmatoma escogió a 200 hombres y marchó de Tijarafe hacia Aridane, Mayantigo Aganeye le permitió el paso por su territorio. Se dirigieron hacia Las Cuevas (lugar próximo a la actual ermita de El Pino), cerca del límite entre Aridane y Aceró. Pero Tanausú se hallaba a la espera de su tío, había prevenido el ataque y colocó tan bien a su gente en los riscos que lo rechazó.

En vista de la resistencia de Tanausú, Atogmatoma pidió ayuda a sus parientes, Bediesta y a Tiniaba.

Bediesta era el señor de Tegalguen (actual municipio de Garafía)

Tiniaba gobernaba Tagaragre (actual municipio de Barlovento)

Bediesta y Tiniaba convocaron a sus gentes en ayuda de Atogmatoma y entraron por Aceró con tanto ímpetu que Tanausú no pudo rechazar el ataque y se vio obligado a huir a otra posición más ventajosa. 

Tanausú veía cómo cada día las fuerzas de Atogmatoma se incrementaban, reunió a su gente y marchó al Roque de Benehauno (actual Bejenado) y desde allí convocó a sus parientes. 

Roque Bejenado, en 2018

Primero convocó a Chenauca señor de Tihuya (territorio que abarcaba desde el barranco de Tenisca hasta la montaña de Tamanca)

Luego convocó a Echentive Aganeye y a Asucuahe (señores de Ahenguareme (actual Fuencaliente) 

Y por último a Juguiro y Garehagua, señores de Tigalate, (actual Villa de Mazo)

El trabajo donde me documenté resalta algo importante, ¿Cómo pudo Tanausú convocar a sus parientes desde tan lejos? La respuesta que dieron fue que pudo usar el lenguaje silbado, como algo prehispánico, similar a cómo lo hacían los aborígenes de La Gomera, lenguaje que todavía existe y que es desde el 2009, Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.

Pero yo a punto a otra hipótesis o idea. ¿Y si Tanausú convocó a sus parientes utilizando el bucio? 

Representación de un aborigen soplando un bucio.
Imagen: Gobierno de Canarias

El Bucio es un instrumento realizado a partir de una caracola de mar de gran tamaño. Su uso requería una modificación, cortaban la parte opuesta a la gran abertura, y al colocar los labios en la punta y soplar la caracola producía un sonido que podía variar para la información que se quería emitir (suave, pitidos cortos fuertes, largo y continuado, etc) La caracola utilizada era de la especie de La Charonia lampas

Los aborígenes lo utilizaban para comunicarse en diferentes ocasiones tales como celebraciones, alarmas como ataques piratas o incendios, despertador, recogidas de cosecha...

En la actualidad es utilizada en festivales folklóricos.


¿Y si cada señor tenía uno para reunir a su gente? En el tiempo de los aborígenes, la isla era naturaleza pura, sonidos naturales del viento, los pájaros..., un sonido del bucio recorrería grandes distancias. Si de verdad era utilizado en caso de ataque, ¿por qué no utilizarlo para la guerra, aunque fuera entre iguales?


Continuemos.

Chenauca fue el primero en llegar a Aridane con 30 hombres y anunció que pronto llegarían tropas de refuerzo para Tanausú, al mismo tiempo que Atogmatoma se enteró de todo y envió a 150 hombres con órdenes de caer sobre todo aquel que pasara en ayuda de Tanausú. 

Cuando pasaron las tropas de Echentive Aganeye, las tropas de Atogmatoma les salieron al paso y los hicieron huir, apresaron a Dehentive, que debido a su avanzada edad no pudo escapar. Era un venerable anciano que le gustaba la milicia, padre de Echentive Aganeye y Asucuahe. 

Echentive Aganeye al ver preso a su padre entró en cólera, reavivó los ánimos de los suyos y hubo otra batalla. Pelearon largo tiempo, resultando herido del único brazo que le quedaba y fue entonces que su hermano, Asucuahe, tomó el mando y puso en fuga a los 150 hombres de Atogmatoma.

Asucuahe siguió en ayuda de Tanausú y juntos bajaron al llano de Aridane. Al día siguiente hubo otra batalla, la última, donde Atogmatoma fue vencido y huyó a Tixarafe.

Chenauca siguió a Atogmatoma con intención de acabar con su vida, fue entonces que una hija de Atogmatoma  de la que desconocemos su nombre, agarró fuertemente a Chenauca, lo levantó y le rogó que no lo matara. Ante esto dejó que se fuera.

Para cuando esto pasó, Juguiro y Garehagua, los señores de Tigalate, llegaron pero no participaron en los enfrentamientos.

Más tarde, Atogmatoma, que seguía siendo el señor más poderoso de Benahoare, temía que por lo que le había hecho a Tanausú, los demás tomaran represalias, como que le atacasen o invadieran su territorio y para estar a buenas con todos ideó casar a su otra hija, Tinabuna, con Echentive Aganeye, con el fin de que los cantones antes enemigos fueran aliados.

Para tratar de hacer más claro con los cantones y los lugares que se nombran en esta historia hice un mapa de la isla en aquel entonces a modo de resumen. 

Los escritos no dicen si Tinabuna quería ese compromiso y la historia de ese conflicto acaba ahí, tampoco conocemos las razones reales del origen de esa enemistad entre Atogmatoma y Tanausú. 

En esta historia estuve mucho tiempo investigando en los libros de Abreu Galindo de 1632 y de José de Viera y Clavijo de 1950, y fui dando tumbos por sus páginas entre nombres y palabras aborígenes, parentezcos, clanes y demás hasta que encontré otro libro de Pedro Nolasco Leal Cruz que realmente me ayudó mucho a desentrañar esta fascinante historia. Abajo pondré las fuentes. 

Me queda hacer un repaso de los bandos de este conflicto.

Bando de Atogmatoma

Mayantigo Aganeye (Aridane), en principio parece que su participación fue neutral, pero sí que permitió el paso de las tropas de Atogmatoma por su territorio, según pude leer, Mayantigo tenía ciertas desavenencias con Tanausú por el amor de una aurita llamada Acerina, este tema lo trataré más adelante.

Bediesta (Tegalgen, Garafía)

Teniaba (Tagaragre, Barlovento)

Bando de Tanausú

Chenauca (Tihuya)

Echentive Aganeye y Asucuahe (Ahenguareme)

Juguiro y Garehagua (Tigalate)

Hay que señalar que aunque a menudo se señale que tal benahoarita es pariente de otro, no necesariamente eran familia, ya que entre ellos se tenían ese trato, aunque a veces, como hemos visto en esta publicación, no era así.

Los demás cantones y sus gobernantes no se les nombra en esta historia, salvo por Bediesta, ya que el señor que gobernaba Adeyahamen, actual municipio de San Andrés y Sauces compartía nombre con el señor de Tegalgen, actual Garafía.

Me encanta detenerme a pensar e imaginar estas historias de los aborígenes de La Palma, sus pensamientos, su forma de vida, qué les llevaba a pelearse entre ellos, todo daría para hacer una gran novela o quizá una película digna de los mejores premios de cine.

Y hasta aquí algo más de información sobre los antiguos pobladores de La Palma, hay mucha historia que merece darse a conocer.

Espero que les haya gustado.

Un saludo y hasta otra entrada.

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Fuentes consultadas.

Historia de la conquista de las siete islas. Año 1632 por Abreu Galindo.

Noticias de la historia general de las Islas Canarias. Año 1950 por José de Viera y Clavijo

Toponimia y antroponimia benahoarita. Tres historias benahoaritas de Abreu Galindo mal interpretadas. Año 2009 por Pedro Nolasco Leal Cruz.